Una solución de una ecuación es un número que, cuando la incógnita toma ese valor, se verifica la igualdad, es decir, los dos términos de la ecuación valen lo mismo. Algunas ecuaciones solo tienen una solución, pero otras pueden tener varias. Resolver una ecuación es encontrar todas sus posibles soluciones numéricas. Para resolver una ecuación lo que se hace habitualmente es transformarla en otra ecuación equivalente más sencilla. Ecuaciones equivalentes son las que tienen las mismas soluciones.
Ejemplo:
2x – 9 = 15 es equivalente a 2x = 24, puesto que la solución de ambas ecuaciones es x = 12.
Para obtener ecuaciones equivalentes se tienen en cuenta las siguientes propiedades: Si se suma o se resta a los dos miembros de una ecuación una misma cantidad, se obtiene una ecuación equivalente. Si se multiplican o dividen los dos miembros de una ecuación por una misma cantidad (distinta de cero), se obtiene una ecuación equivalente.